El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta la forma en que un niño aprende a comunicarse y a interactuar con el mundo. Reconocer las primeras señales del autismo es crucial para obtener un diagnóstico temprano y brindar el apoyo necesario. En este blog, te compartiré información sobre las primeras señales del autismo y algunas notas científicas para que puedas entender mejor este tema.
¿Qué es el Autismo?
El autismo, o Trastorno del Espectro Autista (TEA), es un trastorno neurológico que se manifiesta en la alteración de la capacidad de comunicarse y entablar relaciones sociales, así como en la existencia de comportamientos repetitivos. Afecta a aproximadamente 1 de cada 100 nacimientos y no hay diferencias en su aparición entre culturas o clases sociales, también se ha observado una mayor incidencia en niños que en niñas.
Primeras Señales del Autismo
Las primeras señales del autismo pueden observarse en bebés y niños pequeños. Aquí te dejo algunas de las más comunes:
Retraso o falta de atención conjunta: Los niños con autismo pueden tener dificultades para mirar de un lado a otro entre un objeto y una persona.
Dificultad para entender las emociones: Pueden parecer indiferentes ante las expresiones faciales y emociones de los demás.
Evitar el contacto visual: Muchos niños con autismo evitan mirar a las personas directamente.
No responder a su nombre: Antes del primer año, algunos niños con autismo pueden no responder cuando se les llama por su nombre.
Comportamientos repetitivos: Movimientos corporales repetitivos, como sacudir las manos o dar vueltas, son comunes.
Señales del Autismo en Niños
Falta de Contacto Visual: Los niños con autismo a menudo evitan mirar a los ojos de las personas. Esto no significa que no quieran conectarse, simplemente que es difícil para ellos.
Retrasos en el Lenguaje: Puede que no empiecen a hablar a la misma edad que otros niños. A veces usan menos palabras o repiten las mismas frases sin comprenderlas del todo.
Comportamientos Repetitivos: Estos pueden incluir movimientos como aletear con las manos, balancearse adelante y atrás, o repetir palabras y frases una y otra vez. Es una manera de sentirse seguros y controlar su entorno.
Intereses Intensos: Pueden tener un gran interés en temas específicos, como dinosaurios, carros, trenes o un personaje en particular. Pueden hablar sobre su interés durante largos períodos de tiempo y querer aprender todo al respecto.
Problemas de Comunicación Social: Pueden tener dificultades para entender las señales sociales, como cuando es apropiado interrumpir o cómo hacer amigos. A menudo les cuesta entender las emociones de los demás o mostrar sus propias emociones de una manera que otros comprendan.
Preferencia por la Rutina: Les gusta seguir las mismas rutinas y pueden sentirse muy molestos si algo cambia. Esto no ocurre en todos los casos. Por ejemplo, pueden preferir tomar el mismo camino a la escuela todos los días o comer los mismos alimentos.
Sensibilidad Sensorial: Pueden ser muy sensibles a sonidos, luces, texturas o sabores. Algo que parece normal para otros, como el zumbido de una luz fluorescente, puede ser muy molesto para ellos.
Notas Científicas
Para profundizar más en este tema, te dejo algunas fuentes científicas que pueden ser útiles:
Child Mind Institute: Ofrece información detallada sobre las primeras señales del autismo y cómo obtener un diagnóstico temprano.
HealthyChildren.org: Proporciona información sobre los síntomas tempranos del autismo y las diferencias en el desarrollo social y del lenguaje.
Psicología y Mente: Explica las señales y síntomas para identificar el autismo en niños.
Reconocer las primeras señales del autismo es esencial para brindar el apoyo adecuado a los niños afectados. Si sospechas que tu hijo podría estar en el espectro autista, es importante que sea evaluado por un experto en autismo. Un diagnóstico temprano puede marcar una gran diferencia en el desarrollo y bienestar del niño.
El autismo es un trastorno del desarrollo que impacta la forma en que un niño aprende a comunicarse y a interactuar con el mundo. De acuerdo con información reciente, la edad promedio para el diagnóstico del trastorno del espectro autista (TEA) es alrededor de los 5 o 6 años, aunque puede ser diagnosticado incluso en niños de tan sólo 12 meses. Puede que esto parezca ser demasiado pronto, pero el autismo es un trastorno que se presenta a edad temprana y que dura toda la vida. Por lo tanto, un diagnóstico temprano permite que los niños reciban el apoyo que necesitan durante el período crucial de desarrollo que ocurre antes de que cumplan los 5 años.
La Dra. Cynthia Martin, psicóloga y directora sénior del Centro para el autismo en el Child Mind Institute afirma que puede haber señales de autismo en bebés de apenas seis meses de edad. “No es así en todos los casos”, explica. Pero en general, los síntomas asociados con el TEA estarán presentes para la mayoría de los niños en algún momento entre los seis meses y los tres años.
Sin embargo, es fácil que estas señales de autismo pasen desapercibidas en infantes y niños pequeños, a menos que sepas qué estás buscando.
A cualquier edad, los síntomas del autismo se agrupan en dos categorías principales: los desafíos relacionados con la comunicación social y los comportamientos restringidos, repetitivos (RRB, por sus siglas en inglés). Incluso en el caso de niños muy pequeños, dice la Dra. Martin, podemos observar la ausencia de las habilidades típicas de comunicación social y la presencia de comportamientos atípicos o RRB. El autismo comparte algunos rasgos con otros trastornos, por lo cual a menudo se diagnostica mal o de forma tardía. Pero los niños con TEA muestran características de ambas categorías, como Charlie, quien fue diagnosticado con autismo al cumplir tres años.
Desafíos de comunicación social
Cuando la madre de Charlie, Jamé, lo llevó a su revisión de los dos años, su pediatra dijo que Charlie tenía un retraso del habla y le recomendó terapia del habla.
“Me sorprendió un poco, pero no de mala manera”, dijo Jamé. “En ese momento él todavía no señalaba ni gesticulaba, ni siquiera hacía sonidos o inflexiones. Pero en realidad no era algo que como padres nos preocupara. Supongo que porque ninguno de los dos había tenido hijos antes”.
Jamé y su pareja eran padres primerizos, pero no eran los únicos que veían de esa forma el desarrollo de su hijo. “Es muy común que los padres no sepan acerca de los hitos del desarrollo en cuanto a la comunicación social”, afirma la Dra. Martin. Estos hitos son sutiles, pero las habilidades que demuestran son los cimientos de la comunicación y el lenguaje.
Los niños con autismo desarrollan estas habilidades de comunicación social prelingüísticas de forma tardía e inconsistente, en comparación con los niños que se desarrollan de manera típica.
Por ejemplo, los infantes con TEA podrían tener dificultad para distinguir entre las caras de sus cuidadores y las de personas extrañas, o evitar el contacto visual, los cuales son dos de los primeros indicadores de que hay un déficit en la comunicación social. Pero una gran cantidad de investigaciones sugieren que un uso limitado de los gestos es una de las señales más “robustas” de autismo en infantes y niños muy pequeños, según un estudio específico.
La gesticulación está estrechamente relacionada con el desarrollo del habla y el lenguaje. Típicamente, antes de aprender a hablar los niños aprenden a comunicarse utilizando gestos para expresar sus pensamientos y deseos.
“A los 16 meses, deberíamos ver alrededor de 16 gestos o maneras no verbales de comunicación con otras personas”, explica la Dra. Martin.
Síntomas de autismo en la comunicación de bebés y niños pequeños
Entonces, ¿A qué cosas deberían prestar atención los padres?, aquí te dejo una lista de las cosas más resaltantes a prestar atención.
Señalar: Los bebés con autismo tienden a señalar menos que un niño con desarrollo típico, ya sea con la mano abierta o con el dedo índice, que es una habilidad un poco más avanzada. Una de las razones por las que un niño señala un objeto es para decir: “Quiero eso”. Esto se llama señal imperativa. En vez de señalar, algunos niños con TEA utilizan la mano de un adulto como una herramienta para comunicar lo que quieren: a esto se le llama dirigir la mano.
Mostrar y dar: Otra razón por la que un niño señala un objeto es para decir: “Mira eso”. A esto se le llama señal declarativa y facilita una habilidad muy importante conocida como atención conjunta. ¡Mira ese perro!, ¡mira el avión en el cielo! Cuando un niño inicia con la atención conjunta, está empezando a comprender que la comunicación es una acción compartida. Los niños con autismo pueden estar muy interesados en los objetos, pero no tienden a mostrárselos a otros. En esta misma línea, es posible que les entreguen objetos a otros con menor frecuencia.
Combinación de gestos y habla: Los niños pequeños que ya adquirieron algunas habilidades de lenguaje pueden comenzar a utilizar una combinación de palabras y gestos. Por ejemplo, decir la palabra “más” y señalar un vaso con jugo. A esto se le llama gesticulación complementaria y es una habilidad que representa un desafío particular para los niños con TEA.
Comportamientos repetitivos y restringidos
Los RRB son patrones de comportamiento que ocurren más frecuentemente entre las personas con autismo que en la población en general. Los RRB pueden incluir sacudir las manos, hacer giros o quedarse quieto en una postura corporal particular. También pueden incluir una forma peculiar de jugar, una fijación con algún interés en particular y problemas del procesamiento sensorial.
Los RRB en niños con autismo son comportamientos intensos y muy enfocados que moldean la forma en que interactúan con el mundo. Como lo plantea la Dra. Martin: “¿Qué se está perdiendo el niño por estar enfocado en algo con más intensidad que los demás, y no en lo que otras personas en su entorno se están enfocando?”
Jamé sabía que a Charlie le gustaba apilar y arreglar sus juguetes y que le gustaba la sensación suave de la tierra de las macetas en sus manos. Pero cuando entró a preescolar, sus patrones de comportamiento se hicieron más pronunciados, lo que le dificultaba adaptarse. “Sus maestros decían cosas como ‘no se pone los zapatos’”, recuerda Jamé. “Si era la hora del círculo él se ponía a caminar alrededor del salón y hacía algo diferente”. A Charlie también se le dificultaba la transición de una actividad a otra, un desafío común en niños con autismo que se desencadena por muchos factores, incluyendo los comportamientos RRB.
“En algunos niños, los RRB se presentan al mismo tiempo que los déficits en la comunicación social”. En otros casos, hay un retraso bastante significativo, lo que en el caso de un niño pequeño podría significar entre seis a 12 meses después”, explica la Dra. Martin.
“El reto es que algunos comportamientos repetitivos son muy comunes en niños pequeños, porque su sistema nervioso sigue en desarrollo”, añade. “Podrían experimentar lo que se conoce como un desbordamiento motor, que es cuando hay algún tipo de estimulación y vemos que adoptan algunas posturas breves o sacuden sus manos”.
Pero para los niños pequeños con TEA, los comportamientos repetitivos persisten y se presentan como un patrón.
Síntomas de autismo en el comportamiento de bebés y niños pequeños
Algunos de estos patrones pueden surgir desde el primer año de un niño.
Interacción inusual con objetos: Los niños muy pequeños con autismo podrían mostrar más interés en algunos objetos que el resto de las personas, o hacer un uso “no funcional” de estos. Por ejemplo, sostener un juguete en las manos en lugar de jugar con él. Otra señal, afirma la Dra. Martin, es cuando un niño examina un objeto de forma peculiar. “Tal vez lo acerca demasiado a sus ojos o lo miran de reojo”, explica.
Intereses intensos: Algunos niños pequeños con autismo comienzan a desarrollar intereses específicos y particularmente intensos. Quizá tienen una fijación con los números, las letras, las figuras o el agua. “Pero la manera en que demuestran que están interesados en el agua no es sólo que quieren jugar en la fuente, sino que también quieren ver cómo se va el agua del inodoro”, agrega la Dra. Martin. “O quieren ver el agua de la lavadora. O cuando escuchan que alguien abre una llave en el baño o la cocina, corren hasta ahí para verla”.
Respuestas fuertes a estímulos sensoriales: Algunos RRB se manifiestan como respuesta a estímulos sensoriales. A Charlie no le gusta usar zapatos, reflexiona Jamé, porque los zapatos le dificultan correr y trepar. “Se mueve todo el tiempo, desde que se levanta hasta que toma una siesta”, afirma Jamé. La compulsión de Charlie por el movimiento es un comportamiento de búsqueda sensorial, como lo es su gusto por sentir la tierra de las macetas en sus manos. Pero otros niños con autismo, incluso aquellos que buscan estímulos sensoriales, también manifiestan comportamientos de evasión sensorial. Podrían cubrirse los oídos, evitar cierto tipo de comida o tener una aversión hacia ciertas texturas o etiquetas en la ropa.
Jamé se resistía un poco a buscar un diagnóstico de autismo para Charlie a una edad tan temprana. Sus necesidades y comportamientos, aunque parecían poco usuales para otras personas, le parecían a ella simplemente humanos. Pero la intervención temprana y el diagnóstico le han dado a Charlie acceso a una red de apoyo que realmente necesita. “Es un niño pequeño, pero es muy inteligente y me siento muy orgullosa de él”, dice Jamé. “Sólo quiero que reciba lo que necesita para ayudarlo a ser más independiente cuando yo no esté con él”.
Señales para detectar el Autismo
Cada individuo con autismo experimenta los síntomas de manera distinta y con diferente grado de gravedad. Sin embargo, las 10 señales y síntomas siguientes son consideradas como los síntomas de alerta de autismo en niños:
Desconexión con los demás
Los niños con autismo suelen mostrarse distantes o desconectados con lo seres queridos (padres, hermanos, etc.). Por ejemplo, puede parecer que no presentan conexión emocional a estas personas y no entienden la diferencia entre señales faciales. En otras palabras, los niños con autismo a menudo no reaccionan de manera diferente frente a un ceño fruncido o una sonrisa de otra persona.
Los estudios llevados a cabo respecto a este trastorno indican que las personas con autismo no consiguen formular una explicación al pensamiento o la conducta de los demás. es decir, presentan un déficit en la teoría de la mente. La teoría de la mente se refiere a la capacidad de ponerse en el lugar del otro.
La aparente falta de empatía
Otra característica común de los niños con autismo y que también tiene que ver con la teoría de la mente, es que tienen dificultades empatizando con los demás. A pesar de que la falta de empatía puede ser difícil de detectar y evaluar en los bebés y niños pequeños con eficacia, hay señales específicas que muestran la falta de capacidad para empatizar.
Los niños autistas parecen tener dificultad para comprender o apreciar las situaciones desde la perspectiva de otras personas. Esto se debe a que piensan que todo el mundo entiende el mundo como lo hacen, lo que puede causar confusión o la imposibilidad de prever o comprender las acciones de los demás.
Se muestran indiferentes ante las interacciones sociales
La gran mayoría de niños son muy sociables de manera natural. Sin embargo, los niños con autismo no pasan tiempo mirando las caras de los demás, respondiendo al oír su nombre, imitando las expresiones faciales de otros, o cogiendo las manos de otros durante el juego.
En cambio, los niños con autismo a menudo no parecen muy interesados en participar en juegos y actividades normales del desarrollo infantil, incluyendo la socialización e imitación de otras personas.
Estas señales comienzan a manifestarse a los 18 meses de edad, y a medida que la socialización con los demás continúa, los síntomas pueden ser más notables. Por ejemplo, a los 3 años, los niños normales suelen querer jugar con juguetes con otros niños. Los niños autistas, en cambio, prefieren jugar solos.
Presencia de estallidos emocionales
En algunos casos, los niños con autismo pueden mostrar reacciones emocionales desproporcionadas en situaciones aparentemente normales. Por ejemplo, rabietas inapropiadas para el contexto o un comportamiento físicamente agresivo hacia sí mismos (por ejemplo, golpearse la cabeza), sus padres, hermanos u otros.
Pueden parecen incapaces de controlar sus emociones y las respuestas físicas, especialmente cuando se encuentran en situaciones nuevas, extrañas, o estresantes. Los padres deben controlar cuidadosamente las respuestas sociales de sus hijos a lo largo de su desarrollo, y familiarizarse con los momentos importantes y las expectativas de comportamiento que un niño debe mostrar cuando él o ella llega a una cierta edad. Aunque es relativamente poco frecuente, este tipo de arrebatos emocionales deben tenerse en cuenta y mencionarse a un especialista, pues puede ayudar a realizar un diagnóstico correcto.
Retraso en el desarrollo del lenguaje
A los 2 años, la mayoría de los bebés empiezan a balbucear o imitar el lenguaje de aquellos que interactúan con ellos, y pronunciar una sola palabra cuando apuntan a un objeto o tratan de llamar la atención de sus padres.
Sin embargo, los niños con autismo no comienzan a balbucear o hablar hasta mucho más tarde. De hecho, algunos no comienzan a mostrar habilidades lingüísticas significativas hasta que empiezan a trabajar con un logopeda.
Propensos a la comunicación no verbal
Debido al hecho de que los niños autistas no desarrollan habilidades de comunicación verbal al mismo tiempo que los niños normales, pueden mostrar una propensión a la comunicación no verbal.
Por ejemplo, pueden recurrir a medios visuales o físicos de la comunicación, tales como dibujos o gestos para hacer peticiones o participar en un diálogo de ida y vuelta. Otro signo revelador del autismo es que los niños pueden mostrar un retroceso en sus habilidades verbales; por ejemplo, pueden perder vocabulario.
Dificultad para entender las expresiones figurativas
A menudo, los niños con autismo también tienen problemas para entender que la gente a veces se expresa en sentido figurado. Como se ha dicho, no obtienen ningún significado secundario partir de la actitud o las expresiones faciales, ni detectan señales de comunicación en función del tono de voz; por ejemplo, no distinguen un tono de voz feliz de un tono de voz triste o de enfado.
Otro síntoma relacionado es que los niños autistas tienden a tener más problemas para distinguir entre lo que es real y lo que es ficción. Curiosamente, los niños autistas pueden ser imaginativamente muy vivos, y algunos parecen preferir habitar en sus propios mundos imaginarios.
Muestran conductas repetitivas
Los individuos con autismo son más propensos a mostrar comportamientos repetitivos.
Por ejemplo, pueden organizar y reorganizar el mismo grupo de objetos, hacia adelante y atrás durante períodos prolongados de tiempo o repetir la misma palabra o frase de forma obsesiva. Este es uno de los síntomas más fácilmente identificables.
9. Presentan Pica
El Síndrome Pica está asociado al autismo ya que el 30% de los niños con este trastorno también presentan Pica. Este comportamiento se caracteriza porque los niños ingieren sustancias que no son nutritivas, como tierra, piedras, papel o sustancias biológicas. Aunque el Pica puede verse también en otros niños de temprana edad, los individuos con autismo continúan realizando esta práctica a edades más avanzadas (esto no ocurre en todos los casos de autismo).
Sensibilidad a estímulos externos
La sensibilidad a los estímulos externos es otra señal de advertencia temprana de autismo. Por ejemplo, los individuos autistas pueden estresarse o agitarse cuando se expone a ruidos específicos, luces brillantes, olores o gustos particulares, y algunos niños autistas puede evitar ciertos colores, ropa, sonidos, luces o áreas de la casa, sin razón aparente.
Ahora bien, también pueden llegar a ser extremadamente sensibles a ciertos estímulos, y van a insistir en el uso de determinadas prendas de vestir o colores, habitaciones con luces brillantes o sonidos fuertes, y disfrutar al tocar o jugar con partes específicas del cuerpo. Muchos niños autistas también presentan estrés emocional cuando se les priva de sus estímulos preferidos.
¿Cuáles son los síntomas tempranos del autismo?
Muchos niños con el trastorno del espectro autista (TEA) muestran diferencias en el desarrollo cuando son bebés y niños pequeños, especialmente relacionados con sus habilidades sociales y del lenguaje.
Puede haber algunos retrasos en el lenguaje hablado o diferencias en la forma en que interactúan con sus compañeros. Sin embargo, los niños en el espectro del autismo generalmente se sientan, gatean y caminan a tiempo. Por lo tanto, las diferencias más sutiles en el desarrollo de los gestos (señalar), el juego de simulación y el lenguaje social a menudo pasan desapercibidos para las familias y los médicos.
Aquí hay información de la American Academy of Pediatrics (AAP) sobre tres de las primeras señales del trastorno del espectro autista (TEA) en niños pequeños.
Retraso o falta de atención conjunta
Una de las diferencias de desarrollo más importantes entre los niños en el espectro del autismo y los niños sin TEA es el retraso o la falta de atención conjunta. De hecho, se encuentran retrasos en las habilidades de atención conjunta en la mayoría de los niños con TEA.
¿Qué es la atención conjunta?
La atención conjunta es mirar de un lado a otro entre un objeto o evento y otra persona, y conectarse con esa persona. Es una de las bases para las habilidades sociales y de comunicación posteriores. Participar en muchas interacciones sociales de ida y vuelta, como intercambiar muchas expresiones emocionales, sonidos y otros gestos, se denomina interacción social recíproca.
Etapas de la atención conjunta en bebés y niños pequeños
Hay varias etapas de atención conjunta. Los niños en el espectro del autismo generalmente muestran habilidades de comunicación social retrasadas o ausentes en cada etapa.
Por ejemplo, a continuación, se encuentran las edades en las que los bebés y los niños pequeños suelen usar y comprender gestos en los siguientes momentos, en comparación con los niños pequeños en el espectro del autismo.
Uso y compresión de gestos como señalar:
A los 12 meses de edad
La mayoría de los niños pueden mirar inmediatamente en la dirección de un objeto al que un padre está señalando. Luego volverán a mirar al padre e imitarán la expresión del padre, generalmente una sonrisa.
Los niños en el espectro del autismo pueden parecer ignorar a los padres. Esto puede hacer que los padres se preocupen por una posible pérdida de la audición de sus hijos.
A los 15 meses de edad
La mayoría de los niños pueden señalar los objetos que quieren fuera de su alcance.
En cambio, un niño en el espectro del autismo puede tomar la mano de uno de sus padres y llevarlo al objeto sin hacer mucho contacto visual, si es que lo hace. A veces, el niño puede incluso colocar la mano de los padres sobre el objeto mismo.
A los 18 meses de edad
La mayoría de los niños señalan objetos que encuentran interesantes. Los niños mirarán de un lado a otro entre un objeto y un padre para asegurarse de que el padre esté sintonizado con lo que están mirando.
Los niños en el espectro del autismo a menudo señalarán un objeto porque quieren que un padre se lo lleve, no porque quieren que el padre disfrute mirando el objeto con ellos.
Retrasos en el lenguaje y diferencias con TEA
Casi todos los niños en el espectro del trastorno del autismo muestran retrasos en la comunicación no verbal y el lenguaje hablado. Por ejemplo, puede notar diferencias como:
El uso de etiquetas, por ejemplo, un niño en el espectro del autismo puede tener palabras que usa para etiquetar cosas, pero no para pedir cosas. Pueden usar palabras para objetos antes de usar palabras para personas o miembros de la familia.
Hacer eco y repetir "como loro"
La mayoría de los niños pequeños pasan por una fase en la que repiten lo que escuchan. Los niños en el espectro del trastorno del autismo pueden repetir lo que escuchan durante un período más largo. También pueden repetir diálogos de películas o conversaciones con el tono de voz en el que los escucharon. Esto se llama repetir "como loro" o hacer eco.
Algunos niños diagnosticados más tarde en el espectro del autismo parecerán haber alcanzado los hitos del lenguaje durante los años de la infancia. Sin embargo, su uso del lenguaje puede ser inusual. Por ejemplo, pueden hablar más como un adulto que como un niño pequeño.
Regresión en hitos del desarrollo y habilidades
Alrededor del 25 % de los niños a los que más tarde se les diagnostica un trastorno del espectro autista pueden desarrollar algún lenguaje que dejan de usar repentina o gradualmente. Por lo general, esto puede ocurrir entre los 15 y los 24 meses de edad. También pueden volverse más retraídos socialmente. Este cambio se llama regresión en las habilidades.
Detección de TEA en niños pequeños
La AAP recomienda que todos los niños sean evaluados para detectar o descartar el trastorno del espectro autista (TEA) en sus chequeos médicos de niño sano de 18 y 24 meses, además de la vigilancia rutinaria del desarrollo. La investigación muestra que comenzar un programa de intervención lo antes posible puede mejorar los resultados para muchos niños en el espectro del autismo.
La atención temprana siempre es la mejor opción para ti y tu hijo, ya que contribuye al avance del niño y trata de llevarlo a cumplir sus hitos del desarrollo de acuerdo con su edad.
Si tienes sospechas de autismo en tu hijo no hay por que sentirse mal, no te preocupes OCUPATE y veras que tanto el como tú minimizaran esos síntomas y lo ayudaras a avanzar mas y evitar mas retrasos en el desarrollo de tu hijo.
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