El mercado mundial de neuroprotección crece exponencialmente gracias a los avances en el tratamiento del Alzheimer y el Parkinson que impulsan la inversión.

El campo de la neuroprotección, centrado en estrategias terapéuticas diseñadas para prevenir, detener o revertir la lesión y la muerte neuronal, está experimentando un período sin precedentes de inversión e investigación científica. Este auge se debe fundamentalmente a la creciente carga mundial de enfermedades neurodegenerativas, en particular la enfermedad de Alzheimer (EA) y la enfermedad de Parkinson (EP). A medida que la población mundial envejece, la incidencia de estas enfermedades debilitantes aumenta exponencialmente, creando una necesidad médica masiva y desatendida.

Los tratamientos actuales controlan principalmente los síntomas, pero la próxima frontera en la medicina busca abordar la patología subyacente: la pérdida progresiva de neuronas funcionales. En consecuencia, las empresas farmacéuticas y biotecnológicas están destinando un capital significativo a la investigación destinada a desarrollar agentes neuroprotectores que actúen sobre mecanismos como la formación de placas amiloides, los ovillos de tau, la disfunción mitocondrial y las proteínas mal plegadas.